La ruta del hombre
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Un modo de pensar que descansa sobre el poder que nace de otros es un comportamiento estúpido, lo mismo que tirar por la borda nuestra dignidad humana, nuestra vida y nuestro futuro voluntariamente.
Las personas repletas de avaricia y egoísmo por sus propios intereses y cuyo espíritu solamente está centrado en ello son creadoras de conflicto, odio e infelicidad; destructores y esclavos del dinero rebosantes de interés propio y orgullo que acabarán siendo destruidos por dicho dinero.
Un mamonista esclavo del dinero fracasará definitiva, absoluta e inmediatamente.
Las personas capaces de ganar y ahorrar con espíritu recto, transparente y hermoso son capaces de gestionar y tratar el dinero correcta, transparente y hermosamente, y sin lugar a dudas estarán guiados por el cielo y la tierra.
Incluso el dinero tiene alma.
El dinero llega y se acumula por el buen ánimo. Este hecho es indiscutible.
No se puede entregar una herencia a menos que cada uno de los herederos comprenda debidamente la verdadera naturaleza y el modo básico de pensar sobre el dinero, tal como hemos explicado anteriormente; y, a menos que cada uno de los herederos conozca los mensajes que nuestros antepasados deseaban transmitir. Estos son:
Mente profunda deseosa de paz, felicidad y prosperidad; Espíritu profundo deseoso de paz, felicidad y prosperidad; Alma profunda deseosa de paz, felicidad y prosperidad.
La herencia debe recibirse con fe y compromiso profundamente resolutos, y con un espíritu justo, riguroso y solemne de aceptación que posea el estado querido de un espíritu capaz para crear una felicidad profunda, repleta de significado y felicidad que ayude al espíritu a ser correcto, transparente y hermoso.
Todo yace en la práctica devota a la búsqueda del camino de la verdad, la virtud, la claridad y la belleza como persona, sin vergüenza.
Debemos asegurarnos de realizar un compromiso fuerte y profundo para ser guiados por la fe propicia que enriquezca nuestro espíritu.